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Óscar Sánchez Vadillo


225- Recuerdo a una alumna mía de 4º de la ESO, de las responsables (su padre era profesor de Educación Física en el mismo instituto), que me dijo esto tan revelador:


-Profe, aquí en clase los chicos parecen muy valientes, muy gamberros y que la arman, pero cuando cualquiera de ellos se queda a solas conmigo se caga de miedo.





226- O el final de Taxi driver es una especie de sueño de Robert de Niro moribundo o Scorsese nos endosó una fábula bastante fascista acerca de la falta de límites a la hora de combatir el crimen en una gran ciudad y se la hemos consagrado como una obra maestra.




227- El Coliseo romano fue el primer reality-show de la historia de Europa, o al menos el primero que se me ocurre a mí. Desde entonces hasta ahora, la crueldad practicada sobre los cuerpos se ha convertido en crueldad practicada sobre las mentes, y en esto debemos de darle la razón a Foucault…




228- El erotismo no consiste tanto en insinuación como en persecución de eso que se nos insinúa (proviene, por tanto, más del sujeto que del objeto, en contra del eros cosmológico de Aristóteles, que mueve sin ser movido), de ahí que no sea incorrecto decir que existe una erótica del poder, al contrario: vaya si existe…





229- (El alma o el Yo) Una piedra, por ejemplo, o el aire, no son cuerpos porque no poseen una imagen de sí mismos como tales, ese es el motivo por el que Spinoza decía que el alma es la “idea” del cuerpo o Aristóteles que la psyché es la integridad del cuerpo en tanto cuerpo y su principio de acción. Curiosamente, esto refuta completamente, en mi opinión, la concepción de la mente, conciencia o Yo de Platón o Descartes, puesto que en ellas no hay partes que precisen ser comprendidas como un todo operativo, y porque el ego cogito, en el caso más preciso de Descartes, no puede llegar a ser substancia, como él pretende, si al tiempo dice ser autoconsciencia (además, en tal caso la conciencia sería subsidiaria del movimiento, como el tiempo en la Física de Aristóteles).

Eso explica, me parece, porque ni Aristóteles, antes de Descartes, ni Spinoza, después de Descartes, hacen la menor alusión o conceden un papel sistemático al Yo. Para cuando Kant, Fichte o Hegel se hagan cargo del problema la autoconciencia del Yo (¡¡¡¡¡Ich!!!!) será algo tan internamente conflictivo que ya no podrá ser substancia, sino sujeto. No se puede exagerar la trascendencia civilizatoria de este giro, del que Descartes sólo es pionero por vía simbólica.





230- Hemos hecho del cuerpo de la mujer su suplicio más íntimo, pero es que para colmo esa burrada hace que muchas mujeres no hagan otra cosa en su vida que luchar para tratar de reconciliarse como sea con él. Si esto no es la forma de tortura más extendida del mundo y de la historia que venga la Diosa (¡oh, my Godess!) y lo vea…





231- A los demás felinos no, pero al tigre se le nota como que le molesta profundamente ser cuadrúpedo, y por eso es el más fiero.





232- (Semántica) El lenguaje es siempre significado antes que signo, en un orden lógico y ontológico, quiero decir. Jacques Derrida quiso hacer del lenguaje Texto, es decir, burbuja, pura interioridad, remisión de unas huellas a otras huellas y nunca al pie de Viernes, de igual modo que Harold Bloom entendía que Literatura no recoge mundo alguno, pero ambos se equivocaban de medio a medio. El lenguaje es, como la Cinta de Moebius, exterioridad total, y, como la Botella de Klein, una superficie sin bordes. En tal superficie circula de hablante en hablante, poniéndolos a todos en conexión, no sólo constituyendo el tejido que comparten, sino también el terreno de la riña, donde las significaciones porfían, se solapan, se decantan y se transforman.





233- Que yo sepa, Aristóteles no da razón en De Caelo del motivo de la presencia de las estrellas tachonando la cara interior de la bóveda celeste. ¿Puede ser que pensara, al modo teleológico también, que su finalidad reside en guiar el rumbo de los marinos, o resulta demasiado antropocentrista para el Biólogo?





234- Claudio Ptolomeo introdujo en su obra la misma discrepancia inquietante que sufrimos hoy respecto del hiato que se produce entre un modelo matemático y la realidad. Porque, en efecto, lo mismo sucede con la Mecánica Cuántica, por ejemplo, que sus cultores se empeñan en que tiene una dimensión fisicista, en vez de simplemente entender que responde a ciertos fenómenos acotados por el hombre que sólo así, por el momento, pueden ser parametrizados. Yo creo que si hablaran con Ptolomeo este les diría que no se preocupen tanto, que todo está en su lugar y que el científico lleva a cabo ejemplarmente su trabajo mientras la cosa funcione...

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