Óscar Sánchez Vadillo
253- (Primary Colors) El negro otorga cierta dignidad a los camareros, y el blanco a los sanitarios. Los entorchados obligan al portero de hotel a no perder la compostura, sin embargo los tonos rojizos de los empleados de supermercado acredita su condición de meros sirvientes del cliente.
254- Leni Riefensthal fue la visionaria del nazismo, del capitalismo americano y del sovietismo por igual. Los tres grandes regímenes del s. XX se lanzaron como lobos sobre esa mirada que todo lo agrandaba y lo convertía en épica grávida y promesa de poder duradero.
255- Se deja atrás el culto al culto en favor del culto al cuerpo…
256- Son los mismos los que dicen que la vida es corta los que a la vez sienten que la vida laboral se les hace demasiado larga.
257- La escritura fragmentaria aparece en Heráclito y los Siete Sabios antiguos, pero retorna en el Círculo de Jena entre las plumas de los Schlegel y Novalis, no sin antes pasar por Lichtenberg y La Rochefoucauld, que quizá sea el más hábil de todos ellos. Angelus Silesius también lo practicó, y Baltasar Gracián, ambos en el mismo siglo que La Rochefoucauld. Balzac, en La piel de zapa, teje también frases brillantes y lapidarias (es decir, sentencias) que podrían valer y hacerse célebres desgajadas de la novela. La verdad es que todos ellos se lucieron bastante, todos menos el colombiano Nicolás Gómez Dávila, a mi juicio, al que se le veía el plumero más que el wit. Julián Marías, en su monografía sobre Miguel de Unamuno, deja caer que un aforismo es como unas huellas en la playa, que no se sabe bien qué hacen ahí, pero que sin duda constituyen testimonio humano.
258- Hay un momento en El padrino en que Michael Corleone siente la tentación de quedarse a vivir en Sicilia con esa moza tan vivaracha con la que se ha casado, pero entonces la matan con una bomba en su coche y ya no hay vuelta atrás: Michael tendrá que asumir su torvo y desdichado destino familiar, como Willem Dafoe en La última tentación de Cristo.
259- Los pechos femeninos son el más magnífico vestigio de nuestra pretérita animalidad.
260- El prodigioso grito de Johnny Weissmüller en las películas de Tarzán aún no ha caído al suelo, como la pelota de Dylan Thomas.
261- Una cosa tan accidental como la altura o el color de los ojos puede situarte por encima de los demás en el ranking social y hasta reproductivo, lo cual debería hacernos reflexionar acerca de lo que delimitamos como absurdo o no en el Reino De Este Mundo…
262- Mitos absolutos del cine norteamericano como Top Gun o Pretty Woman más que películas son spots desmesuradamente largos cuyo tema es claramente propagandístico y su estética un anuncio de Navidad pero con sol.
263- Sartre y Camus jugaron a hacernos creer que “el absurdo de la existencia” es un hecho empírico, una realidad, cuando sin duda no es más que un enunciado filosófico fruto de una conclusión sombría y precipitada.
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